Cuando decidimos que queremos y necesitamos cambiar, aunque no sepamos el que ni él como, tomamos esa conciencia con nosotros mismos y el convencimiento que no solo daña aquello que nos entra por la boca sino que realmente nos daña aquello que habita en nuestro corazón.
La información de nuestros genes nos aporta datos tanto físicos, temperamentales, sicológicos y entramos a analizar lo que en terapia llamamos ADN Karmico y es aquella genética heredada de familia, raza o grupo de influencia que se va incluyendo en todas nuestras pautas, físicas , psicológicas y espirituales.

Cuantas veces no nos encontramos diciendo uff si hablo igual que mi madre, o tengo el mal humor de mi padre y cuando entramos a analizar las características que nos molestan de ellos, son esas mismas que nosotros estamos manifestando.
Nuestro cerebro actúa mediante pautas repetitivas ya sean heredadas genéticamente ya sean nuestras en propiedad. Cuantas más veces repetimos el hábito, mas impacto causa en el conjunto genético hasta llegar a provocar un bloqueo, un daño emocional que se refleja en una zona determinada.

Solamente desandando el camino podremos devolver el brillo y plenitud original a nuestras células.
Y ahí entra la medicina holística y vibracional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario